domingo, 22 de noviembre de 2015

BLEACH NO ME PERTENECE. SI LOS HICE ESPERAR MUCHO, PERDOMENDE Q.Q TENGO MUCHAS TAREAS Y DEMAS COSAS QUE ME IMPIDEN ESCRIBIR. TAN INESPERADO COMO UN RAYO EN EL CIELO . . . CAPITULO 2 . . . Iba caminando junto a Momo, Rangiku, Tatsuki y Orihime. Todas se dirigían al centro comercial a pasar un tiempo de calidad juntas. - Dime Rukia, ¿enserio no te gusta Ichigo? –le preguntó Rangiku mientras la veía pícaramente. - ¿Por qué debería de gustarme? –preguntó la pelinegra con algo de ironía. - Porque él ya te besó –respondió victoriosa. - Y ¿eso que tiene que ver? –preguntó Rukia mientras desviaba la mirada ocultando el leve sonrojo que apareció en su rostro. - Que lo hizo por ti. - Fue un accidente –espeto la pelinegra en forma de defensa. - Cariño, todo accidente pasa por algún motivo –dijo la de gran pechonalidad –además… se nota que te gusta –sonrió victoriosa al ver como el rostro de la pobre pelinegra se tornaba color carmín. Luego de que Rangiku lograra desaparecer el sonrojo del rostro de Rukia, tuvieron que pasar más tiempo juntas ya que sus otras amigas estaban ojeando en algunas tiendas de ropa o accesorios. . . Ulquiorra, Ishida, Grimmjow e Ichigo caminaban por el centro comercial sin rumbo alguno, pero solo Ichigo había ido por obligación de sus queridos amigos; entiéndase el sarcasmo. El peliazul junto con el peliceleste sacaron al pelinaranja de su casa por las malas. Así es como todos andaban dando vueltas por ese lugar hasta que el chico de lentes rompió el silencio. - Kurosaki, dices que no te gusta Kuchiki y la besaste ayer en medio de toda la clase –dijo el peliazul mientras se arreglaba sus lentes –no te entiendo. - Yo no la besé, fue solo un accidente –dijo el pelinranjo tratando de disimular un leve sonrojo en sus mejillas –y no me gusta. - Negarlo es igual que decir que sí te gusta –dijo Grimmjow exasperando a Ichigo –además, tus mejillas sonrosadas te delatan –esto último lo dijo en tono de superioridad y ganándose una patada en la espalda, regalo del pelinaranja. - Solo tengo algo de fiebre –trato de mentir para salir de la situación. - Dejemos que el tiempo haga lo suyo Kurosaki –dijo el chico de lentes mientras sonreía. Al pobre de Ichigo un escalofrío le recorrió la espalda al ver la sonrisa en la cara de su acompañante. -Aja, como tú digas. Siguieron caminando por el centro comercial ojeando las tiendas de deportes, las de ropa de caballero y hasta las tiendas de videojuegos. Ichigo observaba un par de tenis cuando casi se le va el alma al ver, a través de la ventana, a Rukia pasar por donde él estaba. Caminaba con unas bolsas en sus brazos y estaba hablando amenamente con Matsumoto. Quiso escapar, pero al salir de la tienda se encontró cara a cara con la pelinegra. -Eh…–no podía hablar por los nervios que tenía en ese momento –e-es…y-yo…dis…disculpa –se alejo del lugar lo más rápido que sus piernas se lo permitieron. Con una mano iba ocultando un sonrojo presente en su cara, dejando atrás a una Rukia confundida, levemente sonrojada y extrañada por la actitud y la aparición totalmente inesperada del pelinaranja. -Rukia…–la llamó Rangiku al ver que la joven pelinegra seguía en un estado de shock –Rukia… Pero la joven seguía sin reaccionar a pesar de todos los métodos que utilizaba su amiga para hacerla reaccionar. Hasta que… -Tengo una idea –dijo la rubia para si misma mientras se acercaba peligrosamente al oído de la Kuchiki – ¡RUKIA! –grito. -¡AHHHH! –la pelinegra dio un salto del susto, el cual le provoco la rubia – ¡Matsumoto, no me asustes así! –exclamo mientras trataba de calmar su agitado corazón. -Era la única forma en que podía hacer que me prestaras atención –se excuso la de gran pechonalidad. -¿llamar mi atención? –pregunto cuando logro retomar la calma. -Sí, te quedaste en shock después de que viste a Ichigo enfrente tuyo. -¿I…chigo? –pregunto totalmente perpleja. Su amiga asintió -¿estuvo…aquí? -Sí, solo que ya no debe estar aquí –dijo como restándole importancia al asunto –deberíamos irnos. -como digas –soltó un suspiro que ni siquiera sabía que retenía. . . Rukia iba entrando a su casa luego de haber estado en el centro comercial con sus amigas, aunque una de ellas se ofreció a llevarla hasta su casa pero negó diciendo que preferiría caminar. Una vez en su habitación, dejo las bolsas que cargaba; bajo a la cocina a buscar algo de comer y se encontró a sus padres en ella. -Hola papá, mamá –los saludo mientras seguía buscando algo de alimento. -Rukia –la llamo su padre, Byakuya. Que había dejado de leer el diario –tenemos que ir a hablar sobre un asunto de suma importancia en la residencia Kurosaki. La pelinegra casi se atraganta con una galleta que estaba comiendo. -¿qué? -Lo que oíste, iremos a la residencia Kurosaki –dijo su padre retomando la lectura. -Cariño, ve y vístete –le dijo su madre, Hisana, mientras se aseguraba de que su hija no se ahogase. -Esta bien…supongo –acepto la petición de sus padres a regañadientes. . . Ichigo estaba acostado en su cama, eran alrededor de las diecinueve horas y desde que llego a casa no había parado de pensar en su día “perfecto”… ¿perfecto? Mejor dicho totalmente estropeado y ¿la razón? Haberse encontrado a Rukia en el centro comercial. Según él y sus “amigos” no había posibilidad alguna de que la pelinegra enana fuera a ese mismo centro. ¡Por dios! ¡Habían muchos más en la ciudad! Pero el destino se estaba burlando de él. -¡Ichigo! ¡Sal de tu habitación! –le gritó su padre desde el primer piso de la casa –¡Recuerda, tenemos visitas! Sin mucho ánimo se levanto de su cama y empezó a vestirse de una manera presentable y bajo rendido a la cocina a buscar algún bocadillo. Después de haber comido se dirigió a la sala de estar encontrándose, allí, a su madre sentada en uno de los sofás. -¿Estás listo cariño? –le pregunto su madre mientras le regalaba una sonrisa cálida. -Sí…creo, pero ¿Para qué estoy, yo, aquí? –tomo asiento en un sofá cerca de su madre. -Tenemos que hablar con la familia Kuchiki sobre un asunto importante. -¿Ku…Kuchiki? –el joven pelinaranja empezó a sudar frio. Su madre asintió -¿P…para que cosa…? -Ya te dije, un asunto de suma importancia –le sonrió la madre a su hijo mayor. Antes de que el Kurosaki pelinaranjo pudiera protestar o decir algo, tocaron el timbre de la vivienda. -Deben ser ellos –Masaki se levanto del sofá y se dirigió a abrir la puerta seguida de su esposo y de sus hijos. Al abrir la dichosa puerta se pudo ver que efectivamente los Kuchiki estaban en su hogar. -Buenas noches Hisana-san, Byakuya-san, Rukia-chan –saludo alegremente Masaki a la familia que se encontraba fuera de su casa. -Buenas noches Masaki-san, Kurosaki Ichigo –el aludido tan solo gruñó –Karin-san, Yuzu-san y Kurosaki Ishinn –saludo de forma fría Byakuya mientras entraba con su familia a la hacienda Kurosaki. Hisana y Masaki empezaron a chalar sobre sus hijas y sobre recetas de alimentos mientras que Ishinn y Byakuya intentaban hablar o mejor dicho Ishinn le estaba hablando a Byakuya sobre la deshonra de su hijo al no querer hacerse hombre… En la cocina, estaban Rukia, Karin, Yuzu e Ichigo. Las dos pelinegras hablaban amanamente sobre cualquier tema que saliera en la conversación mientras que el pelinaranja ayudaba a Yuzu a preparar el pastel que haría función de postre. Una vez listo el postre, la pelicastaña lo llevo a la mesa de centro de la sala de estar. Las dos familias tomaron asiento alrededor de la mesa para comer el postre, Hisana al lado de Masaki, las mellizas juntas, Byakuya junto a Ishinn y Rukia al lado de Ichigo. Cuando todo estaba listo Ishinn comenzó a hablar. -Creo que es hora de revelar lo que mi tátara abuelo y el bistátara abuelo de Byakuya hicieron hace tres siglos atrás –el aludido asintió y la pelinegra junto con el pelinaranja le pusieron atención al Kurosaki mayor –lo que esos dos ancianos hicieron fue…un matrimonio arreglado. -Y ese matrimonio es entre la familia Kurosaki y Kuchiki y tenía que cumplirse tres siglos después de haberse escrito y echo legal, es decir, que este mismo año se cumplen los tres siglos de acuerdo a lo que dijeron los ancianos y vosotros dos os tendréis que casaros una vez hayan cumplido dieciocho años de edad –concluyó el Kuchiki mayor mientras mantenía los ojos cerrados, es que no soportaba la idea de que su hija tuviera que casarse. Ichigo quedo en estado de shock mientras que Rukia se estaba ahogando con un poco de pastel que se había comido, por fortuna Hisana estaba sentada en el sofá junto al que estaba su hija y asi evito la muerte temprana de la pelinegra. -¿Seguro que es todo legal, viejo? –preguntó el pelinaranjo después de haber salido del shock. -Sí, Byakuya y yo revisamos el acuerdo junto con dos abogados y efectivamente todo es legal. -Sus abogados los verán mañana para ver lo que tienen que cumplir –expresó Byakuya mientras cerraba los ojos –además, dentro de tres semanas, cuando Rukia haya terminado sus deberes en Osaka…tendrán que vivir bajo el mismo techo. La noticia les cayó como balde de agua fría ¡¿vivir, juntos, en la misma casa?! Apenas si se mantienen con vida en el instituto. Era cierto que el karma y el destino se estaban burlando de ellos. -¿Qué has dicho, papá? –pregunto Rukia aun anonadada por lo que había dicho su padre. -vivirán en la misma casa después de estas tres semanas, los dos estarán viviendo solos. -claro…que si necesitan ayuda, no duden en llamarme a mi o a Hisana-san –sonrió Masaki. -bueno, ahora ¡a comer la cena! –exclamó Ishinn muy animado mientras llevaba a todos a la cocina para empezar a comer la cena. Una vez todos estaban sentados y después de dar las gracias, comieron los alimentos que Masaki e Hisana prepararon con cariño y amor. Todos estaban conversando amanamente, a excepción de los dos jóvenes de diecisiete años pues, ese día pasó de ser perfecto a un completo fiasco. El destino de ambos dio un giro bastante inesperado para sus vidas. Review? Se aceptan sugerencias, y si hay algún error por favor háganmelo saber n.n Si no les gusta algo también díganmelo. Bye <3 este fic tambien lo subo a la fanfiction :3 si leyeron el anterior ya saben como buscarme y sino lo dejo aqui abajo kira1517. aprovecho para decir que el titulo del fic donde ichigo se convierte en bebé se llama own your heart

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tu fanfic es genial, actualiza por favor! :D